No tengo la urgencia de los veinte
ni la convicción de los treinta
o la pachorra de los cuarenta
solo tengo esta vida de cincuenta
esa mitad en el filo donde todo lo dicho
donde todo lo hecho pende y tiembla
me gusta la niebla
me gusta esa sensación fantasma
esa locura que se desliza entre los cuerpos
cuando lo incierto todo lo posee
no tengo el collar puesto
ni la argolla en el dedo
soy ese pájaro de bruma con la cordura en volandas
solo aleteo respuestas extraviadas
no tengo abrigo ni vientre fecundo
solo un pozo profundo donde liberarse
no tengo acciones ni omisiones a crédito
solo un beso cautivo al filo en los labios
no tengo virtudes para enmarcar
solo estos sueños truncados en la sepia memorial.
© Lichazul ®
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